PARÍS (Reuters) - La última estrella del circuito de fiestas en Francia, que se ha adueñado de clubes nocturnos y festivales con su habilidad como DJ, es una abuela británica que le ha tomado gusto a los discos tras el cumpleaños de su nieto.
Ruth Flowers, de 69 años, ha conquistado el círculo francés, desde el Festival de Cine de Cannes a los mejores clubes de París, con una mezcla de éxitos antiguos, música electrónica y del estilo bling-bling.
"Todo empezó con la fiesta de cumpleaños de mi nieto, ellos siempre ponen un poco de música disco después de la fiesta", dijo Flowers a Reuters, en un hotel de París.
"Llegué un poco tarde y los caballeros de la puerta me dijeron 'No creo que usted quiera entrar, señora'. Yo respondí 'Creo que sí quiero'. Entré y había mucho ruido y las luces destellaban, pero había una gran cantidad de energía y alegría", explicó.
Aunque Flowers, cantante profesional, estaba más acostumbrada a canciones de iglesia, melodías alemanas y pop clásico, le gustó tanto la fiesta que decidió ahí mismo convertirse en pinchadiscos.
Una amiga la puso en contacto con el productor francés Aurelien Simon, quien le enseñó a pinchar y pulir su estilo, lleno de canciones de Abba, Queen y los Rolling Stones.
"Al principio era como una pequeña broma pero se convirtió en algo serio. Tardé cuatro años porque tenía que aprender a usar las máquinas. Le expliqué lo básico de la música electrónica y luego ella creó su propio estilo", dijo Simon a Reuters vía telefónica.
Flowers, que usa en las fiestas gafas oscuras y ropa brillante que contrasta con su cabello canoso, trabaja en un sencillo que sería lanzado en primavera.
Algunos de sus amigos en Londres se mostraban al principio un poco escépticos sobre su nueva carrera, pero Flowers recibió aliento de su familia y sus seguidores.
Ruth Flowers, de 69 años, ha conquistado el círculo francés, desde el Festival de Cine de Cannes a los mejores clubes de París, con una mezcla de éxitos antiguos, música electrónica y del estilo bling-bling.
"Todo empezó con la fiesta de cumpleaños de mi nieto, ellos siempre ponen un poco de música disco después de la fiesta", dijo Flowers a Reuters, en un hotel de París.
"Llegué un poco tarde y los caballeros de la puerta me dijeron 'No creo que usted quiera entrar, señora'. Yo respondí 'Creo que sí quiero'. Entré y había mucho ruido y las luces destellaban, pero había una gran cantidad de energía y alegría", explicó.
Aunque Flowers, cantante profesional, estaba más acostumbrada a canciones de iglesia, melodías alemanas y pop clásico, le gustó tanto la fiesta que decidió ahí mismo convertirse en pinchadiscos.
Una amiga la puso en contacto con el productor francés Aurelien Simon, quien le enseñó a pinchar y pulir su estilo, lleno de canciones de Abba, Queen y los Rolling Stones.
"Al principio era como una pequeña broma pero se convirtió en algo serio. Tardé cuatro años porque tenía que aprender a usar las máquinas. Le expliqué lo básico de la música electrónica y luego ella creó su propio estilo", dijo Simon a Reuters vía telefónica.
Flowers, que usa en las fiestas gafas oscuras y ropa brillante que contrasta con su cabello canoso, trabaja en un sencillo que sería lanzado en primavera.
Algunos de sus amigos en Londres se mostraban al principio un poco escépticos sobre su nueva carrera, pero Flowers recibió aliento de su familia y sus seguidores.