Soy el señor Yosuke Nakamura, dijo el ave al médico, según Uemura. También repitió su dirección, con calle y número, y cantó varias canciones para regocijo del personal del hospital.
Cuando el loro Yosuke escapó de su jaula y se perdió, hizo precisamente lo que le habían enseñado: dijo su nombre y dirección a un desconocido que estaba dispuesto a ayudarlo.
La policía rescató el loro gris africano del techo de la casa de un vecino en Nagareyama, cerca de Tokio. Después de una noche en la comisaría, fue transferido a un hospital veterinario mientras la policía buscaba pistas, dijo el agente Shinjiro Uemura.
No dijo nada a la policía, pero a los pocos días empezó a hablar con el veterinario.
"Soy el señor Yosuke Nakamura", dijo el ave al médico, según Uemura. También repitió su dirección, con calle y número, y cantó varias canciones para regocijo del personal del hospital.
"Verificamos la dirección, y he aquí que había una familia Nakamura en el lugar. Les dijimos que habíamos hallado a Yosuke", dijo Uemura.
La familia Nakamura dijo a la policía que les había tomado dos años inculcarle al ave su nombre y dirección.
Pero Yosuke aparentemente no estaba dispuesto a hablar con la policía.
"Le hablé, traté de ser su amigo, pero me ignoró olímpicamente", dijo Uemura.
A la policía no le dijo nada. ¿Eso también se lo habrán enseñado los dueños?
Cuando el loro Yosuke escapó de su jaula y se perdió, hizo precisamente lo que le habían enseñado: dijo su nombre y dirección a un desconocido que estaba dispuesto a ayudarlo.
La policía rescató el loro gris africano del techo de la casa de un vecino en Nagareyama, cerca de Tokio. Después de una noche en la comisaría, fue transferido a un hospital veterinario mientras la policía buscaba pistas, dijo el agente Shinjiro Uemura.
No dijo nada a la policía, pero a los pocos días empezó a hablar con el veterinario.
"Soy el señor Yosuke Nakamura", dijo el ave al médico, según Uemura. También repitió su dirección, con calle y número, y cantó varias canciones para regocijo del personal del hospital.
"Verificamos la dirección, y he aquí que había una familia Nakamura en el lugar. Les dijimos que habíamos hallado a Yosuke", dijo Uemura.
La familia Nakamura dijo a la policía que les había tomado dos años inculcarle al ave su nombre y dirección.
Pero Yosuke aparentemente no estaba dispuesto a hablar con la policía.
"Le hablé, traté de ser su amigo, pero me ignoró olímpicamente", dijo Uemura.
A la policía no le dijo nada. ¿Eso también se lo habrán enseñado los dueños?